La motivación es un aspecto clave para que los alumn@s aprendan y, es que, no hay mayor fuerza que la voluntad. De modo que es esencial conseguir una conexión con la clase. Aquà va una lluvia de ideas colaborativa (https://padlet.com/juanignaciocubero/lpf9gzm47dlj) que puede contribuir a encender la chispa de la motivación:
Sin embargo no se le puede exigir motivación al alumn@ cuando el profesor@ no está motivado. La motivación debe ser inherente al proceso educativo.
Algunos profesores visualizan su papel como un mero transmisor y olvidan que lo que todos esperamos de ellos es que sean algo más, sean educadores. Ser educador implica conectar con cada uno de tus alumnos, sin dejar de lado la historia vital que cada uno arrastra y les hace ser y actuar cómo lo hacen. De modo que el educador debe tratar de entender antes de ser entendido o ser capaz de disculparse cuando haya errado sin temor a ser juzgado. Un educador debe tener siempre como meta aumentar el nivel educativo de sus alumn@s a la vez que aumenta su autoestima.
Resulta obvio que no todos los alumn@s le van a despertar afinidad, pero la obligación del educador es que ell@s nunca sospechen de ello. "Cada niñ@ merece tener un campeón, un adulto que nunca dejará de creer en ell@s y que les insistirá en que llegarán a ser lo mejor que puedan llegar a ser".
Gracias Rita F. Pierson por motivarnos. Échale un vistazo al siguiente vÃdeo para contagiarte y querer hacer que tus alumn@s quieran.